Sin Flores ni coronas, Odette Elina

Odette Elina, autora de este pequeño diario, sobrevivió a uno de los mayores horrores de la segunda guerra mundial: el campo de Auschwitz-Birkenau.
Al volver a su casa, decidió poner por escrito algunas de sus vivencias en el infierno en que había vivido durante casi un año (1944-1945). No estaba dispuesta a que el tiempo empañara sus memorias ni las tiñiera, para bien o para mal, de un color distinto al transparente. Escribe tal cual, sin aditivos de ningún tipo.
Es éste un relato del holocausto en primera persona. Una voz inusualmente clara y --lo que es más difícil-- vacía de rencor. Quiere entender, y no entiende, los sentimientos brutales de que es capaz el ser humano. Los verdugos se complacen en el sufrimiento de las mujeres presas y éstas se muestran en muchos casos, incapaces de solidaridad con sus compañeras. El odio produce estragos en los corazones de uno y otro bando.
La autora, que falleció en la década de los 90, no juzga, sólo expone sus vivencias y la pervivencia de unos recuerdos que marcarán su existencia a lo largo de toda una vida.